Cada niña, cada niño
Reflexionar sobre cómo cada niña y niño es diferente en sus preferencias de juego, personalidad y hábitos. No es porque uno es niño que tiene que jugar con coches y jugar fútbol. Todas las niñas y niños son únicos y merecen tener respeto por quien son y no sufrir discriminación ni ser obligados a ser algo que no quieren ser.



